Defender y proteger la oposición social es un imperativo de un Estado que se dice democrático y garantista de las libertades políticas básicas, pero, hasta ahora, el Estado colombiano se ha rajado en esa materia.
Defender y proteger la oposición social es un imperativo de un Estado que se dice democrático y garantista de las libertades políticas básicas, pero, hasta ahora, el Estado colombiano se ha rajado en esa materia.