Dios y Patria: abuso de poder, violencia policial y masacre.

PH: @_ste_ban_

Bogotá 09 de septiembre. La ciudad fría, mezquina, indolente, amanece con la noticia del asesinato de un hombre de 46 años, provocado por dos agentes de policía que excedieron su autoridad utilizando un taser, arma de electro choque “no letal”. Sobre el medio día la indignación se manifestaba fuertemente en redes sociales, hacia las 5 p.m. en las calles.

Frente al CAI del barrio Villa Luz al noroccidente de Bogotá, inició la concentración de cientos de personas movidas por sentimientos de dolor, indignación, tristeza, que reclamaban al gobierno y a los agentes de policía por arrebatarle la vida a un ser humano. Se fueron calentando los ánimos. Los gases, las piedras, las arengas, los carteles, la rabia, se concentraron en un solo lugar. La policía respondió, los manifestantes no dudaron en correr, gritar más fuerte y quemarlo todo.

Avanzó la noche y con ello la furia del pueblo cansado de los atropellos policiales. En diferentes puntos de la ciudad como Patio bonito, Bosa, Ciudadela Colsubsidio, La Gaitana, Fontanar del río, Arborizadora Alta, siguieron con la consigna de quemarlo todo. La voz llegó hasta municipios como Soacha, Madrid, Mosquera y Facatativá en Cundinamarca. Grupos de derechos humanos, civiles en redes sociales, figuras públicas, reportándole a la ciudad lo que los noticieros no muestran, esta vez la Fuerza Pública no disparó solo balas de goma, ni perdigones, ni gases, esta vez fueron balas de arma de fuego.

Bogotá, 10 de septiembre. El ministro de defensa Carlos Holmes Trujillo en rueda de prensa reporta cinco personas “muertas” en Bogotá y dos en Soacha a raíz de los enfrentamientos de la noche anterior, enfatiza en los policías lesionados y los CAI destruidos, ofrece recompensa por los nombres de las personas que asesinaron a los civiles e indica que la fuerza policial será reforzada con más hombres y apoyo militar.

El pueblo despierta con dolor y rabia no solo por los muertos, sino por las paredes y los “estragos” de las manifestaciones “así no es” “vándalos” “se lo merecen”. La violencia llegó a la ciudad a tocar las puertas de la casa y aún seguimos siendo indiferentes y justificando la muerte…

Al medio día la cifra de muertos asciende a nueve. Mientras los civiles son asesinados la policía resulta ilesa.

¿Hay o no desproporción de la fuerza?, ¿Hasta cuándo?

 

 “La acción violenta no es toda igual”

Angélica María Díaz Higuera

Abogada egresada de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, con estudios en políticas públicas y justicia de género del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales – Clacso. Cofundadora de Sentipensar y actualmente se desempeña como investigadora. Sus áreas de interés son los estudios de género y pluriculturales.

Artículos recomendados